Durante 1979, el Alto Mando de la Fuerza Aérea de Chile tomó la trascendental decisión de celebrar el cincuentenario institucional, con la inauguración de una pista de aterrizaje en la Antártica. La orden del Comandante en Jefe, general Fernando Matthei Aubel, puso en marcha un vasto plan de actividades ya que si bien la FACH mantenía bases en el Continente Blanco desde 1952, en forma ininterrumpida, solo había operado con hidroaviones embarcados o con aviones anfibios desde Punta Arenas. Construir una pista de aterrizaje por tanto, implicaba la operación de aviones terrestres, de mayor porte y de aviones más livianos para misiones de exploración y penetración al interior.
La idea no era del todo nueva. En 1967, cuando se debió reemplazar la base Presidente Pedro Aguirre Cerda por la erupción del volcán de isla Decepción, donde se encontraba ubicada, se eligió la isla Rey Jorge, del grupo de las Shetlands del Sur, en la que se construyó el Centro Meteorológico Presidente Eduardo Frei Montalva, en cuyas cercanías había una meseta que se prestaba para levantar un aeródromo antártico, con pista de tierra.
El 1 de noviembre de 1979, un Lockheed C-130 Hércules de la FACH al mando del Coronel de Aviación don Jorge Iturriaga Moreira, el mismo que había seleccionado el lugar, efectuó un sobrevuelo exploratorio y el 12 de febrero de 1980, aterrizaban en la rudimentaria pista de 600 por 30 metros, los DHC-6 Twin Otter 942 y 938, pertenecientes al Gpo. N°6 basado en Punta Arenas, aunque la inauguración formal habría de verificarse el 22 de marzo de 1980, (el 21 no fue posible por la niebla) con el aterrizaje a las 11:37am del C-130 del Gpo. N°10 piloteado nuevamente por el coronel Iturriaga. A continuación se instalaron las radioayudas que permitieron incorporar el aeródromo al sistema de aerovías continentales.
El C-130 “Icaro” aterriza en la pista antártica el 22 de marzo de 1980.